La historia de un chico solitario, una chica triste, viviendo en estados, ciudades diferentes. Cada unx con su idea del amor, con sus herramientas para enfrentar un corazón roto, con sus traumas y las dificultades que el capitalismo ofrece. Él, lindo, inteligente, otaku, precioso de su carita y de todo su ser. ¿Yo? Yo triste. Con el corazón roto. Solitaria. Amargada. Ojerosa. Él escribió un mensaje privado, años después de haber mantenido un cierto contacto conmigo por internet. Respondí, ingenua, ignorante. Nada de ironía había en mis palabras. Ni amargura, ni burla ni sarcasmo. Él, lindo, hizo preguntas que nadie hizo. ¿Yo? Yo, con el corazón roto, respondí de forma honesta porque nunca pensé que todo aquello se volcaría contra mí. Así pasaron los días, las semanas, los meses. Entonces me encontré a mí misma, en mi cumpleaños, recibiendo sus regalos. Recibiendo sus audios. Me siento solo. Sus mensajes. Sus canciones. Sus anécdotas del día. Su entusiasmo. Su cara hermosa. ¿Y yo? Yo,