La historia de un chico solitario, una chica triste, viviendo en estados, ciudades diferentes. Cada unx con su idea del amor, con sus herramientas para enfrentar un corazón roto, con sus traumas y las dificultades que el capitalismo ofrece.
Él, lindo, inteligente, otaku, precioso de su carita y de todo su ser. ¿Yo? Yo triste. Con el corazón roto. Solitaria. Amargada. Ojerosa.
Él escribió un mensaje privado, años después de haber mantenido un cierto contacto conmigo por internet. Respondí, ingenua, ignorante. Nada de ironía había en mis palabras. Ni amargura, ni burla ni sarcasmo. Él, lindo, hizo preguntas que nadie hizo. ¿Yo? Yo, con el corazón roto, respondí de forma honesta porque nunca pensé que todo aquello se volcaría contra mí.
Así pasaron los días, las semanas, los meses. Entonces me encontré a mí misma, en mi cumpleaños, recibiendo sus regalos. Recibiendo sus audios. Me siento solo. Sus mensajes. Sus canciones. Sus anécdotas del día. Su entusiasmo. Su cara hermosa.
¿Y yo?
Yo, me quedé estática.
No, esto no es como lo del mimors. Él sí me respeta. No, esto no es como lo de karli. Él sí es honesto. No, esto no es como lo del mimors, y karli, ÉL sí me quiere.
Pero es muy pronto. Él no conoce mi historia. No ha escuchado mi voz. Él no sabe con qué sueño, qué siento y qué pienso. Él no sabe que paso el 70% de mi tiempo, escribiendo. Él no sabe que tomo, mucho, un chingo, diario, Él no sabe que tengo pesadillas, que me despierto a las 4:00 am. Él no sabe que mi familia es compleja, que estoy sola, que soy pansexual, que tengo mucha gente en mis mensajes, que nunca contesto porque me considero insuficiente.
Él no sabe que...
Y lo supo, porque yo le conté.
¡Y, él! Tan hermoso, Tan increíble. Tan maravilloso. Tan talentoso.
Tan.
Tan ÉL.
Me hizo dibujos, me dedicó una canción de Shakira. Me siguió en cada red social. Le dio fav a cada post mío. Leyó cada uno de estas chingaderas. Me escuchó cada vez que lloraba por el mimors, por karli, por lo que fuera. Él, con su cara hermosa, sus ojos cafés amables, su voz juvenil, su entusiasmo me devolvió a la vida.
Sentí que, quizás, había algo más en mí que sólo tragedias. Él decía que mis ilustraciones eran buenas, que le encantaba leer mis críticas a los libros que leía en facebook. Que daría todo por estar conmigo, por tocarme, por entrar en mí, por conocer cada uno de los fantasmas en mi pasado, por cada uno de los monstruos de mi imaginación, por cada romance, amistad, fracaso laboral.
¿Y yo?
Y yo le seguí la corriente. Me empedé en mi cumpleaños, luego de recibir sus regalos. Le dije que lo amaba, en mi fiesta, entre mojitos, música y manos ajenas. Él dijo que también me amaba, sobrio. Yo me reí. Le dije que me gustaba mucho.
Y justo cuando tuvo la oportunidad de decirme que era broma, que [inserte aquí cualquier opción], dijo que no era bait, Que él me amaba aunque nunca me hubiera visto a los ojos, aunque nunca me hubiera tocado. Me amaba.
Y yo pensé que eso era suficiente.
Él fue mi mejor amigo. Era guapo, bisexual, inteligente y turbo talentoso. ¡Era mi alma gemela, si yo creyera en esa mierda!
Le dije que estaba haciendo una playlist, que nunca le pasaré porque la borré. Que le hice dibujos que nunca veré porque borré. Que mis sentimientos eran sinceros, pero nacientes. Que quizás no lo amaba, pero quería amarlo. Luego vinieron las mentiras, los celos, la inseguridad, el trauma.
Él me mintió. Yo sentía celos, ¡No está bien! Él dijo que no iba a regresar con su ex novia de hace tres años. Y yo la stalkeé. Ella tan bonita, tan ajena a todo esto. ¿Y si me la ligo a ella?
No.
Pero, ¡Él quería venir! A verme. "No me importa" dijo haciendo alusión a todas las cosas malas de la ciudad. ¡No puedo estar tres horas contigo seguidas porque voy a llorar!
Voy a llorar cuando te lleve a la esquina donde karli y yo nos despedimos. Voy a llorar cuando te lleve al último café donde karli y yo nos vimos.
Voy a llorar. Voy a empedarme. Voy a reclamarte. ¡¿Por qué me dejó el mimors, por qué me dejó Karli?!
¿POR QUÉ NO ERES COMO ELLXS?
Terminamos, anoche. Bueno, dijimos que era mejor ser amiguis. Él quería alguien cerca, alguien a quién tocar, alguien presente, alguien sano.
¿Y yo qué quiero?
Quiero morirme.
Quiero compañía, quiero conexión aunque no sea lo ideal, lo cercano, lo fácil.
Quiero compañía, quiero amistad, quiero confianza, quiero intimidad, quiero amor, quiero realidad, quiero honestidad, quiero naturalidad, quiero
quiero
quiero estar bien
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