Genuinamente este es el mayor tiempo que he permanecido sola. Alex, Aldo, Carolina, Adrián... podría darles una larga lista de gente que ha estado ahí cuando yo quería y necesitaba compañía, ya saben, algo divertido para pasar el rato, para matar el tiempo, porque peor es nada. Y cuando veo hacia atrás, noto mis patrones problemáticos y el hecho de que pareciera que voy saltando de relación en relación, de romance en romance, de aventurilla en aventurilla, porque para mí nunca han sido más que eso: Experiencias.
Y siempre hay algo bueno que puedes sacar de ellas.
No me malentiendan, nunca he engañado a nadie ni les he mentido ni manipulado. Desde un inicio soy clara con mi situación, con mis limitaciones y deseos. Quisiera decirles que eso sirve de algo para mantener lejos a quién de verdad está buscando algo serio, pero no es así. Creo que la mayoría ha ignorado mis palabras con la ridícula idea de que me hará cambiar de opinión, lol.
La compañía, la ternura o excitación que podría encontrar siempre habían sido superficiales, frívolas. Nunca tuve intención de intimar más allá de lo que prudente, de lo cómodo, principalmente porque nunca estoy *activamente* buscando un romance.
Creo que mientras más pienso en desenredar la idea del amor y de enamorarme de verdad, de tener algo estable y serio más me angustia la idea de que no voy a ser capaz de sentir, de pensar, de hacer lo necesario.
Si pasa, pasa y está bien. Si no pasa, también está bien.
Pero luego de [ya saben quién] la situación cambió un chingo.
No voa decir que es mi primer amor porque antes de esa persona yo ya había querido, amado y me había enamorado de otras personas. Pese a que mi historial pudiera parecer largo de manera superficial, pocas veces han sido atracción romántica tal cuál, amor en su estado más kokoro-nezco y escarlata posible, entonces no me resulta extraño el proceso y todo eso. Quiero decir, ya pasé por aquí. Me han roto el corazón en el pasado, he pasado por rupturas difíciles y claro que he sentido ese bajón que la abstinencia de esos químicos cerebrales productos que el amors romántico provee.
Pero nada había sido así. Tan... complicado, tan difícil, tan doloroso, tan triste, tan solitario, tan frío, tan oscuro, tan frustrante, tan TRAUMÁTICO.
Si le pongo coco al tema puedo concluir que se debe al tiempo, porque la verdad se ha dicho nunca había amado a alguien por tanto tiempo. Mis romances duraban meses, a veces semanas y eso estaba bien conmigo.
Pero pasé los últimos seis años amando a esa persona. Y durante el inicio de mis 20's, lo que podría ser peor porque mi cerebro todavía no se terminaba de desarrollar y todo se sentía tan eterno, tan intenso, tan real, tan devastador.
Me perdí mucho ahí, la verdad.
Estuve tan consumida por ese amor que dejé de escribir, sólo hacía lo de mi blog y de tanto en tanto redactaba la sinopsis de una idea y ajá. Eso me afectó mucho, sobre todo cuando me di cuenta de que siempre escogía a esa persona sobre mí. ¿Cuántas veces me negué a mí misma por esa persona? ¿Cuánto de mí eché en ese fuego para mantener vivo ese amor?
Lo poco o mucho que quedó de mí está en ruinas. Y mientras me he reconstruido, también he cargado con las decisiones de aquellos tiempos, de mi depresión, del mundo, de todo.
Y oigan, a veces pierdo la paciencia y pienso que es estúpido hacer un duelo tan largo cuando es bastante probable que aquella persona está muy quitada de la pena haciendo su vida, que esté bien. Muy bien.
La desesperación se apodera de mí y luego me ven bajando Tinder y como sólo lo soporto un par de horas, termino frustrada. Luego me ven dándole chance a tuiterxs, a gente de facebook, contestando mensajes de instagram. A veces considero las ofertas de mis amigas de presentarme a alguien. IMAGÍNENSE.
Pero todo aquello termina mal. Ha estado terminando mal. Ya no es como antes, ya no me doy esa libertad de pasármelo bien, de intentar algo nuevo, de siquiera tener curiosidad. Ya no siento nada, por nadie.
Hasta que ayer sentí algo que pensé que no sentiría nunca más: Un dolor agudo, como un aguijonazo, bajo mis costillas. Un dolor ardiente y fugaz. ¿Frustración? ¿Decepción? ¿Desilusión? ¿Desencanto?
No. Era como... como de verdad una herida en mis sentimientos. Algo que no pensé que me importara tanto me impactó con la fuerza suficiente como para hacerme parpadear, sorprendida, ante la pantalla de mi teléfono.
Un sentimiento que creí muerto. ¡Todavía puedo sentir, todavía puedo amar y todavía puedo sufrir!
Estoy emocionada n_n
pd: La persona se disculpó ayer, así que está todo bien porque sé que no lo hizo con mala intención :p
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