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Eterna

 Hace mucho que no me sucedía. Debería empezar explicando que hace poco más de dos años terminé con esta persona. Ella había sido mi todo por los últimos 10 años. Nos conocimos al inicio de la carrera. Ella se llamaba Karla, era cristiana y tenía muchas dudas sobre el mundo, sobre todo con respecto a mi manera de vivirlo.

Caminamos, un montón. Vivíamos muy cerca una de la otra. Ella era muy inteligente. A mí me gustaba mucho leer. Ella empezó a ver Glee porque yo lo veía. Hablábamos mucho. En la escuela, en el camino a casa. Vía whatsapp. Via facebook. 

Mariana, tú me haces dudar.

Ella se volvió mi mejor amiga. Le conté cada pensamiento espontáneo, cada sensación incómoda, cada idea, cada reacción. Ella, con sus grandes ojos oscuros y brillantes me miraban. Me daban comodidad, paz.

Karla.

Karla, creo que voy a sacar 7 en este examen.

Karla, creo que mis amigas están enojadas 

Karla, creo que le dije algo hiriente a mi hermana.

Karla, creo que mi novio quiere pasar al siguiente nivel

Karla, he sido vegetariana dos años

Karla, soy escritora, no debería estar aquí

Karla, soy pansexual

Karli, creo que te amo como las olas del mar aman romperse en la orilla.






Karli, nunca podría vivir sin ti. Eres mi mejor amiga, mi alma gemela, el amor de mi vida...



Hace dos años que no sé de ella. Nuestra relación se agotó con sus desprecios, mis miedos. Sus inseguridades, mis intensidades. Karli, yo te amo. Mariana, yo te amo también. 

Pero me vas a dejar

Eres inestable

También amas a Diego

Amas escribir

Yo te amo

Pero no soy tu amiga

Quiero tu tiempo, tu corazón, tu voluntad, todo de ti.

Pero tú quieres escribir. Quieres a Diego. Quieres una vida diferente




Sí.

Quizás.

Karla Michelle, estoy enamorada de ti. Te amo. ¿Puede existir una oportunidad de amarte, de que me ames y que todo esté bien...?




El silencio fue su manera de negarme eso. Lo entiendo. Karla, cristiana, maestra especial, trabajadora. Interesante, inteligente, hermosa. Claro que no había lugar para mí. 

Yo perdí a mi mejor amiga, al amor de mi vida. Ella perdió a una fulana, confundida y borracha.

Ella ya no piensa en mí.


Yo cada noche, a punto de dormir, pienso en ella. En sus ojos oscuros y brillantes. En su acento chiapaneco. En su voz. En sus manos acariciando las mías, mis brazos. En su voz.

En mis pesadillas todavía está ahí. Todavía me quiere. 

Su voz rebota en cada pared de mi cuerpo. Quiero llamarla. Quiero escribirle.



Te amo, Karla. 

Ojalá esto no hubiera acabado así

Te extraño cada vez que veo  Hannibal. Cada vez que veo Good Omens. Cada vez que veo Chuky. 


Cada vez que leo Orgullo y Prejuicio. Cada vez que leo Solitario. Cada vez que leo Mientras escribo.



Cada vez que oigo a Taylor Swift, ahí estás. Cada vez cada que escucho a Carly Rae Jepsen, ahí estás. 


En cada fourloko, en cada desvelada, en cada película de terror nueva


Ahí estás, Karla.


Ahí te amo. Ahí te amaré. Ahí te quedarás.




Odio soñar contigo. Siempre me despierto pensando que es mi culpa, que puedo hacer algo por ti.

Pero no.

Karla.

Karli.

Tú terminaste conmigo. Tú ya no quisiste verme. Ya no quisiste saber de mí. 


¿Y yo?

Yo lo respeto.


Karla Michelle, te extraño, te pienso, te amo, te extraño a cada momento.

Pero sólo eres un fantasma de mi roto corazón.

Tengo que despedirme.


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